Según el reglamento (UE) 2016/425, por Equipo de Protección Individual se entiende el equipo diseñado y fabricado para ser llevado o sostenido por una persona para protegerse contra uno o varios riesgos para su salud o seguridad, así como todo accesorio funcional que forme parte del producto aunque sea desmontable. Los equipos de protección individual (EPI) se dividen en tres categorías:
Cat. I. EPI simple, diseñado para proteger a los usuarios frente a riesgos mínimos, cuyos efectos se pueden identificar a tiempo y sin daños para el usuario.
Cat. II. EPI intermedio no incluido en la categoría I ni en la III.
Cat. III. EPI complejo destinado a proteger contra riesgos que pueden causar consecuencias muy graves, tales como la muerte o daños irreversibles para la salud.
La norma EN 175 especifica los requisitos de seguridad y métodos de ensayo para los equipos de protección individual utilizados para proteger los ojos y la cara del usuario contra las radiaciones ópticas nocivas y otros riesgos o peligros específicos relacionados con la soldadura, el corte u operaciones similares.